Jugar es una parte vital de la infancia, por tanto, hay que tener en cuenta que los juegos o juguetes influyen en la forma que las y los peques perciben las cosas.
Cuando vemos a los dos bebés en pañales, no sabemos si son niños o niñas. El sexo es algo biológico, determinado en el vientre materno y se corresponde con las características anatómicas y fisiológicas de nacimiento. El género es un constructo social, que define qué es ser hombre y qué es ser mujer según la cultura. Por tanto, es importante proporcionarles juguetes no discriminatorios, que no perpetúen estereotipos. En el caso contrario, comenzarán a ver estas actitudes como normales.
El primer entorno de aprendizaje es la familia, por tanto, cómo actuamos será clave para el desarrollo de las y los peques de la casa. Si ofrecemos un mensaje verbal basado en la igualdad, pero después se mantiene el reparto desigual de las responsabilidades domésticas y familiares, se interiorizará esta conducta.
Además, la sociedad y la publicidad nos marcan la imagen que deben tener los juguetes, representándolos con unos estereotipos que en muchas ocasiones no son acordes a la realidad actual. Eso quiere decir que se promociona que algunos juguetes son para niñas y otros para niños.
Es importante que entendamos que eso no es cierto: NO hay juguetes de chicos o de chicas.
¿Quieres saber más sobre este tema? ¿Conocer trucos que te ayuden a escoger los juguetes más adecuados para tu hija o hijo, en función de su edad y sus gustos? Descúbrelo en nuestra guía de juguetes no sexistas.
