El grupo Así Mejor fuimos en marzo a visitar el Museo de Farmacia Militar.
Este museo está en la base militar de San Pedro en Colmenar Viejo.
Nuestro guía fue un teniente coronel de la farmacia
y nos acompañó su ayudante que es compañero nuestro de Tres Cantos.
La entrada de este museo es gratis.
Os queremos contar que nos llamó la atención
que el símbolo de farmacia es una serpiente enroscada en un cáliz.
Ahora os vamos a explicar un poco la visita.
Este museo tiene varias salas donde se representa
las distintas épocas de la farmacia militar hasta llegar al siglo 21.
Los uniformes militares farmacéuticos han evolucionado a lo largo del tiempo.
Los farmacéuticos militares se distinguen de los civiles
porque llevan el traje militar debajo de la bata blanca.
Vimos cómo ha evolucionado la medicina a lo largo del tiempo
y cómo han ido descubriendo que los medicamentos
se hacían de hierbas y de los minerales.
También cómo se sacaban venenos de animales y sus antídotos.
Lo que antes eran remedios o medicinas ahora son venenos.
Por ejemplo, el mercurio, el arsénico, el opio.
El guía nos repitió varias veces esta frase del médico Paracelso:
- Todo es veneno y nada es veneno, sólo la dosis hace el veneno.
Y además nos explicó la importancia de la higiene
para evitar contagios y enfermedades.
Nos enseñaron cómo guardaban los medicamentos
y las hierbas en albarelos con su nombre.
El albarelo es un recipiente de cerámica en forma de tubo
para guardar las hierbas para hacer los medicamentos.
Vimos una colección de morteros de laboratorio.
Un mortero de laboratorio es un recipiente con un pequeño mazo
que sirve para machacar y mezclar hierbas
para hacer medicamentos.
Con estos utensilios, el farmacéutico es quien hacía los medicamentos
a medida del paciente.
Había un campamento de campaña farmacéutico,
porque sirvieron para llevar los medicamentos
en las guerras y ayudas humanitarias.
El museo nos gustó mucho, con un buen guía
y todo muy bien explicado.
¡Os recomendamos visitar este museo!